Olot, en un día soleado |
Uno, que es mitómano, siempre ha querido viajar a Oregon
y entregarse a una marca global como NIKE, una corporación que ha sabido
trascender y convertirse en una marca emocional (pagas mucho más de lo que vale
y estás aún más contento, si cabe). Es el paraíso en la tierra. Trabajar y
entrenar allí puede ser algo maravilloso dentro de las nuevas tendencias en las
relaciones laborales de crear ambientes para retener al capital humano. La
pista, inmersa en un bosque, invita a hacer series hasta que el ácido láctico
nos salga por los ojos.
Oregon y al fondo, Rupp haciendo miles |
En Olot, ciudad con un entorno brutal, volcánico
y de otoño colorido, hay una pista que no desmerece a la anterior y ya acumulaba
muchas ganas de probarla. Así que al ver que se iba a celebrar el campeonato de
Catalunya de 10.000 en pista no lo dudé, iría sí o sí. Aunque solo hubieran
pasado seis días del maratón de Barcelona.
Con un fuerte temporal de levante, la lluvia me quiso
acompañar durante todo el trayecto y también recibirme, era más que nunca
Oregón en La Garrotxa. Calenté envuelto en The North Face, única prenda
realmente impermeable bajo el diluvio universal (no me patrocinan, obvio, dada
mi aversión a la montaña y dado mi nivel, en general) y a las 19h05’ de un
sábado que ya entraba en la noche me dispuse a correr un 10.000 en pista. En la
pista de Olot. La lluvia y el frío se sumaron a la épica del día y yo poco más
añadí. Me limité a disfrutar de las sensaciones sin mucho ánimo de lucha y
llevarme un bronce ilusionante.
¡Vuelven los tempos con nuevo asfalto! |
Esta semana ya otra vez con el mono azul luchamos contra
el viento, volvimos al Llorito (series de 1k en subida), amamos los 500 y
adoramos al tempo con 12k (6k a 3’50” y 6k a 3’30”).
Ya mismo, pechoblogging |
Volveremos a los imperdibles a finales de abril.
Mientras, seremos muy picapedreros.
¡Saludos!
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