Gestión del cansancio con final feliz.

¡Qué rápido pasan 9'!

Atípica semana que podría definir como de ex-tapering, acumulando  los no lo debería hacer (con prontas novedades más irresponsables si cabe) en un bonito ejercicio bohemio de carpe diem atlético.

Situándome y sintiéndome

La resaca post media de Cambrils no se arreglaba con un espidifen así que el lunes, muy bien acompañado del Comandante en Jefe rodé 40’ por las pistas al tiempo que aprendía ideas que me llevaron a un cierto éxito el fin de semana, siempre desde una perspectiva estrictamente personal…

El cansancio muscular seguía dominando mi ser el martes (lo normal, por otra parte, tras 21k #aputotope) así que corté la distancia prevista de rodaje a la mitad y me quedé en 15k más la gratificante clase de preHab.

En modo captura

El miércoles fue un día estúpidamente ventoso, uno de aquellos días en los que el ruido del viento va penetrando en tu cerebro subliminalmente hasta casi aniquilarte. Pero tocaba calidad y en una pista de 400m estadísticamente te toca un 50% a favor así que 400-1000-1000-400 a un ritmo lo justo (1'12"-3'9") para no volver al trabajo algo desencantado…y ya tocaba ponerse en modo Anoeta.

El glúteo medio trabajando a destajo

El jueves algo de volumen (14k) y el viernes, dado mi natural cansancio acumulado a añadir al del viaje, aborté un rodaje matinal pre-solar. Y ya en Donostia tocaba concentrarse y evitar al demonio. Una cerveza y una cena ligera y a dormir que si quieres darlo mejor de ti a las 10 de la mañana hay que levantarse muy pronto, siempre emulando a Pep Guardiola. Pensamiento positivo: uno es muy afortunado de poder hacer lo que hace así que a disfrutar, sí o sí.

Madrugada de sábado luminoso, ducha a lo Agassi (estoy con sus memorias, brutales), desayuno estricto (en contenido y momento) y hacia Anoeta, esa Catedral laica tamizada de sudores infinitos. 80’ de calentamiento suave y extrovertido. Todos los detalles, todos los estiramientos, todos los progresivos del mundo en vistas a activar el sistema nervioso central y hacia la cámara de llamadas.

Podio con catedral de fondo

Si el año pasado me cebé con los primeros y estallé como un cometa en el último quilómetro, este me dejé 2/3 vueltas para verme y sentirme (la conversación del lunes) hasta ponerme en modo captura de los dos atletas que ya se habían escapado. Percibo claramente que a uno lo voy a coger, pero llevo gente detrás de mí a los que estoy haciendo la carrera. Da igual. Sigo y sigo hasta que a falta de 3 vueltas me pongo segundo y en un sprint que lucho gano el bronce. Mi primera medalla tras haberla rozado en 5.000 y en media, cuando menos la veía.

Saludo de 3o, no de Mr Spock

Tarde de éxtasis y domingo de clase media sedentaria. 

Hoy, lunes, 18k tras pasar por el gimnasio esquivando las calles que iban poniendo a esa hora. Ahora ya objetivo tapering. Descanso, rodajes suaves, hidratación, sueño, estiramientos, amor.

¡Saludos!