I survived to Behòvia 2009

divendres, 20 d’octubre del 2017

Campeonato de España de maratón de veteranos.

Ese gemelo más fino que el de Zugasti


Supe de Luís del Águila hará casi una década, cuando los blogs eran mainstream y no existían los hipsters. Comencé a seguirlo –ahora reconvertido en una de las principales webs sobre entrenamiento y la más avanzada indiscutiblemente- y fui descubriendo al gran atleta veterano que era –Campeón de Europa de 10.000- y con una gran formación –Doctorado en Fisiología del ejercicio-. Coincidíamos en algunos campeonatos de veteranos e íbamos hablando sobre nuestra pasión común, el atletismo.
Yo seguí auto-entrenándome pero cada vez tenía más ganas de trabajar con él. Y ya cuando nos mostró en sí mismo las posibilidades de la estimulación neuromuscular como entrenamiento de fuerza tomé la decisión. Así que en el verano de 2016 se convertía en mi entrenador de fuerza. A los dos meses habían desaparecido mis habituales molestias de la zona púbica –y mis dolorosas sesiones de punción seca- y cuando corría me sentía muy fluido, sensación muy agradable y placentera. En enero del 2017 quedé 3º absoluto de Catalunya en maratón a mes y medio de mis 50 y en febrero se convirtió en mi entrenador total con la vista puesta en Comrades.

El Comandante y Tòfol


Aunque no llegué a correr en Sudáfrica porqué algún bicho me dejó KO10 días antes, sus entrenamientos –divertidos, específicos- me abrieron la mente con respecto a lo que era capaz de soportar y cuanta piedra debía picar si quería competir acorde con mis ambiciones. Descubrí lo que era entrenar de verdad. Fueron 4 meses con semanas de hasta 140 kms, entrenamientos que nunca habría pensado que era capaz de finalizar y crecí muchísimo, tanto como atleta como persona. Ya había conseguido el primer y mejor objetivo. Tras recuperarme del virus y antes de marcharme de vacaciones lo vi claro, quería correr el Campeonato de España de maratón a celebrar en Palma en octubre. A la vuelta del viaje a la meca (Oregón) vi que iba un poco justo de forma y tiempo (11 semanas) pero sin prisa y sin pausa me puse a completar todos y cada uno de los entrenamientos. Trabajando los umbrales con el pulso mi estado de forma fue mejorando semana a semana hasta que a falta de 20 días para el maratón completé dos de los mejores entrenamientos de siempre como veterano. Un 2x8k a 3’35” y a 3’31”, recuperando 3’ y 10 por mil a 3’24” con un minuto de descanso. Estaba en mi mejor estado de forma en años. Solo tenía un hándicap que no me afectaba al correr pero sí al entrenamiento complementario. Un accidente doméstico acabó generándome una tendinitis del supraespinoso y desde antes del verano no he podido trabajar nada del tronco superior. Estamos en ello.

Ni un p... metro más


Así pues, el Comandante en Jefe y servidora volábamos a Palma el sábado por la mañana. Dos días antes, pensando en los detalles caí en que si en Tarragona corríamos en pechoblogging inundados de sudor en Palma no habría pingüinos en la playa. Así que camiseta y gorra blanca, todo por la patria. Y sí, al ir a recoger el dorsal el sol caía a plomo en modo saharaui. Mi táctica de 3’45” hasta el 25 y luego acelerar la dejaba de lado y me ponía en modo conservador. Ya había corrido una maratón con calor y fue el infierno en vida. Tarde de descanso total. Horizontal. Ahorrando hasta la última caloría.



Y el domingo amaneció peor. Yendo a la salida la temperatura era de 22 grados y subiendo. Garmin en modo ritmo medio y con la idea de correr a 3’50”. Al poco hicimos un grupo de 4 y al ritmo previsto corrimos los primeros 12k paralelos al mar. Pero se acabó la fiesta al llegar a la parte vieja, histórica, de Palma. Callejeo continuo, giros, subidas, bajadas, adoquines…mantuvimos el ritmo pero con un gasto energético excesivo e invisible. En el 22 comenzamos la 2ª vuelta y se rompió el grupo. Aguanté hasta el 26/27 a ritmos más rápidos y vi venir el calvario. Los rayos del sol no compensaban el agua bebida y la presión interna del sufrimiento estallaba contra los participantes del nordic walking a los que había que ir esquivando al tiempo que los niveles de estrés subían y subían en un crescendo de histeria porqué a partir de aquí ya no dejé de evitar participantes de los 10k, caminantes y turistas. Un desastre total. Y así llegué al 32, donde volvíamos a la ruta histórica. Iba 1º de mi categoría pero mi preocupación era llegar a meta, no ganar. Soñaba con la camiseta de Galen Rupp. Aguanté ritmos sub 4’ hasta el 38 y los últimos 4 sobreviví. En el 39 me pasó el futuro Campeón de España quien dosificó excelentemente la prueba. Bravo por él. Flato por lo bebido, sensación de vacío y anchos nórdicos que ocupaban las estrechas calles del centro fueron los demonios que me acompañaron a meta. Y llegué, ganando una plata a pulso. 1h21’ + 1h24’ que no refleja el sufrimiento de la 2ª parte y con la satisfacción de haber dado hasta el último gramo de energía habiendo conseguido aquello por lo que había luchado tanto. Hay pocas satisfacciones mejores que las de fijarse un objetivo y trabajar duro por conseguirlo. La doble recompensa del camino –hubo días de tiradas largas acompañado de algunos kalenjins en los que me llegué a sentir Eliud-  y la del podio.

Plata currada


Dejo la maratón hasta Berlín 2018 y me centro en el cross y la pista cubierta. Con ganas de más. I love this game.

¡Saludos!

5 comentaris:

Anònim ha dit...

Potser no ho hauria de dir, però durant la segona volta de la teva marató he anat acumulant ràbia a mida que tu consumies energia. Són tants els condicionants externs a la marató que ni el millor dels entrenaments en garanteix un bon resultat. Sens dubte, la plata és un excel·lent premi, el millor donades les circumstàncies i la lectura que tu en vas fer, però... Res, Ferran, no em facis cas. Enhorabona de tot cor. Des que no corro, valoro molt més l'esforç, la feina i els resultats.

Ferran ha dit...

Enric, havia llegit un article a El Temps sobre la gentrificació de Palma de Mallorca però el diumenge al matí no donava crèdit al que veien els meus ulls. Després parlant amb una alemanya que porta 40 anys a Palma vaig començar a entendre com s'ha disparat exponencialment aquests darrers dos anys. Tot i què t'he de dir a tu vivint-ne a la capital mundial!
Agraït per les teves paraules,
Ferran

Dioni Tulipán ha dit...

Ferran,

Son años y años leyéndote y viéndote competir (casi 20, quizás) y no dejarás nunca de sorprenderme. ¿Cómo es posible mantener un nivel atlético tan alto durante tanto tiempo? ¿Cómo puedes mantener un nivel de sacrificio, de ascetismo, durante tanto tiempo, tanto en los brutales entrenos como en los momentos álgidos de las carreras?

En un principio pensaba que los entrenos tan feroces (crueles) de Luis de Águila te habían mermada las fuerzas... "me alegro" que no eran más que unos bichos, y que así la próxima vez sí volverás a casa con the Silver Medal of the Comrades Marathon!.

Muy grande esta medalla de plata (aun mereciendo más),
Un abrazo de un fan incondicional!!

Ferran ha dit...

Dennis, gracias por tus palabras. No es muy difícil, la lesión de seis años sin correr 2003-2009 me dió moral para un par de vidas y haber vivido la noche intensamente in my first twenties me dió la sabiduría necesaria para entender lo sobrevalorada que está la noche y sus acompañantes habituales.

Fuerte abrazo!

Anònim ha dit...

gracias por su blog, me gustaría un post sobre su lesión, tuvo que ser algo grave para que con sus cualidades dejara de correr durante tanto tiempo.