I survived to Behòvia 2009

dijous, 15 de juliol del 2010

Iñaki Ochoa de Olza

Acabo de finalizar, con un nudo en la garganta, un magnífico libro: Bajo los cielos de Asia; son las memorias deportivas de un ser humano excepcional, además de himalayista: Iñaki Ochoa de Olza.

Siempre me ha gustado leer libros de alpinistas y de navegantes. Creo que tienen una visión de la vida muy parecida y encuentran en la montaña y en el mar su religión, su alimento espiritual que les conduce al bien más preciado: su libertad (entendida ésta, por favor, desde el punto de vista más anarquista posible).

Recuerdo haber leído esta crónica del fatal desenlace, haber escuchado a Sebastián Álvaro de Al filo de lo imposible explicando el dramático proceso. Por eso, al ver el libro, no lo dudé y acerté el pleno al 15, puesto que con el libro he aprendido a ser una mijilla de mejor persona, que no es poco.

Me gustaría destacar el siguiente párrafo del libro, el cual, por cierto, podéis adquirir en la ONG que Iñaki creó para devolver al Nepal todo aquello que este país y sus gentes le habían dado. Dice así:

Durante la noche he entrado en la zona, ese espacio de la mente bien conocido por los deportistas de la ultradistancia. Entonces el dolor se transforma en energía, el sufrimiento se olvida y el cuerpo hace lo único que debe: seguir escalando. Un pie se adelanta al otro, pero se coloca en el sitio exacto sin pedírselo. Los piolets se clavan sin hacer fuerza, y cada treinta pasos descanso apoyando mi cabeza en uno de ellos. Cuando reposo, me doy cuenta de que realizando este esfuerzo puro, me he vuelto transparente. Permanezco en la zona en trance, durante unas cuantas horas. Luego vuelvo a sufrir como corresponde.

Mea culpa. Sirva pues, este párrafo, como homenaje a tod@s los ultrafondistas. Mi soberbia, mediofondista y adolescente, me había llevado siempre a despreciarlos, creyendo que se dedicaban a distancias largas porque eran malos en las cortas. Por suerte, madurez mediante y gracias a haber conocido personalmente a alguno de ellos, me he dado cuenta de mi error.

Su lucha es mucho más digna que el arrancar unas décimas al crono, trata de límites, de experiencia, de volver a lo más básico y natural, de retos, de sentirse vivos tras un esfuerzo que esconde muchos valores. Buscan todo aquello que nuestra cultura occidental omite, aunque paradójicamente, ésta misma cultura haya absorbido, en ocasiones, su lado más comercial. Da igual. Es el esfuerzo, el camino, el objetivo. Con dorsal o no.






4 comentaris:

Albert Giné ha dit...

Gracies Ferran però jo no crec que sigue el millor exemple, ja que hi han autentics monstruos de l'ultrafons i amb molta més categoria.
Natros paset a paset a intentar ser millors dia a dia.
ENHORABONA PEL BLOG T'AGREGO A FAVORITOS INMEDIATAMENT.

Ferran ha dit...

Gràcies Albert! Vas pel camí, ets jove comparat amb els grans ultres (deixant de banda al Kilian) però t'està sortint lo carisma! ;-)

Te seguim i t'ajudarem an lo que podrem!

marti ha dit...

felicitats pel bloc jo tambe et poso a favoritos,pera natros ets un exemple,salut i sempre avant.marti

Ferran ha dit...

Marti, x sort x mi sou molts los q em doneu lliçons a mi. I lo millor és q m,agrada aprendre!
Salut i força!
Ferran