I survived to Behòvia 2009

dilluns, 12 de juliol del 2010

Posiblemente, la carrera más dura del mundo.


El sábado corrí 16 quilómetros con una temperatura de 33 grados. Ayer y hoy ha sido algo más leve pero entrenar al mediodía en estas fechas es peligroso. Hay que hidratarse bien antes, durante y después del entreno que, a su vez, debe ser más corto en quilómetros de lo que normalmente se realiza.


En consecuencia, no quiero ni pensar qué debe ser correr a 50 grados Celsius, y no digamos qué debe suponer correr 217 quilómetros non stop. Y las dos cosas al mismo tiempo...

Lo experimentaran, sin duda con dolor, los primeros participantes de la 33 edición de la Badwater Ultramarathon, cuya salida ha sido hace poco más de una hora.

Ultra que transcurre desde el punto más bajo (83 metros por debajo del nivel del mar) de Norteamérica en Death Valley hasta Mount Whitney, el punto más alto de California con sus más de 2.500 metros.

El año pasado, dos valientes con pasaporte español acabaron por vez primera: Francesc Terés y Carles Conill, aunque este último fue uno de los afectados por un incendio forestal –por si faltaba caldear el ambiente- que obligó a cortar la carrera 4 millas antes del final. Va por ellos este post.

Se prevé la llegada del primer atleta 24 horas más tarde, aunque se desconozca su sexo puesto que ya ha sucedido en dos ocasiones que una atleta femenina, Pam Reed, se ha impuesto a todos los participantes.

Para que cojáis fuerzas, ánimo e ilusión de cara al 2011, aquí podéis seguir la prueba de este año, vía web cam y twitter.


Saludos,