I survived to Behòvia 2009

dijous, 12 de maig del 2016

Comrades Marathon.

Estoy seguro


El año 1989 Domingo Catalán y Antonio Mestre fueron sancionados por dos años, no por dar positivo sino por haber ido a correr a Stellenbosch, Sudáfrica. Para los más jóvenes y despistados recordarles que por aquel entonces era un país paria por tener un régimen legislativamente racista y mantener, entre otros muchos presos políticos, a Nelson Mandela en la cárcel.

Conozco a Antonio Mestre desde 1983 ya que era un atleta superclase de las Terres de l’Ebre y aquellos años éramos muy pocos (atletas). En realidad, como Domingo Catalán, ambos eran atletas muy humildes que no pudieron resistirse a una invitación all included a un destino exótico donde se enfrontarían en una prueba de 100 kms con los mejores del mundo, como lo eran ellos, del ultrafondo.

El Padre Fundador


Volvamos al principio, a los orígenes de una carrera que hoy en día agota 23.000 dorsales en una semana (¡90 kms!) y que paraliza a todo un país.El Padre Fundador, Vic Clapham, fue un veterano de la I guerra mundial, quien en 1921 ideó este test de resistencia a modo de memoria y homenaje a sus compañeros caídos. Sería la celebración de la vida, del espíritu de la humanidad que se sobrepone frente a cualquier adversidad. Con el físico y con la mente. Y con la excepción de los años de la II guerra mundial, 1941-45, se ha celebrado anualmente. Ahora que celebramos los 50 años de la primera mujer que completó el maratón de Boston, debemos señalar que en 1923 finalizó la primera mujer la Comrades –camaradas- mientras que, paradójicamente, hasta 1975 no se permitió correr al primer atleta negro.

Al was back


Años más tarde, en 1994, un Salazar resucitado tras años de lesiones y depresiones ganó, en Sudáfrica una carrera de 90 kms. Como el fan alocado de Al que era y soy, aquella victoria puso Comrades en mi punto de mira. Había caído el apartheid, Sudáfrica volvía a los JJOO y Nelson Mandela enfilaba la presidencia del país tras 27 años en prisión. Mucha historia contemporánea.
A partir de ahí me fui fijando cada vez más en la carrera que se celebra entre Durban y la capital del estado de Kwazulu-Natal, Pietermaritzburg. Recorrido en un sentido u otro según sea el año par o impar.

Sin palabras


Los años pares (2016) comienza en Pietermaritzburg y acaba en Durban, es la versión down porqué la tendencia es de descenso aunque sigue siendo un auténtico rompepiernas que cruza cinco grandes grupos de colinas. Y los años impares son los up, pelín más lentos. En cualquier caso, es obvio que el castigo físico está asegurado. El límite son 12h y hay cinco zonas de corte en las que quedan fuera de carrera aquellos atletas que superen el tiempo límite previsto. En meta hay hasta cinco categorías de medallas según el tiempo de finalización y viendo el furor que causa en Sudáfrica puedo imaginar el prestigio social que debe proporcionar entre el entorno de uno lucir cualquiera de ellas. Además del íntimo orgullo y satisfacción, que diría aquel.

Muchos madrugones de gimnasio pensando en el perfil


El próximo domingo 29 de mayo, a las 5h30 de la madrugada (hora local y hora tarraconense) estaré en la línea de salida. Mi único objetivo es acabar con dignidad, disfrutarla al máximo (mejor, pues, que sean 89k que 57k) y vivir la experiencia sudafricana en el que será mi primer contacto con el continente. Comienzo a estar emocionado.

¡Saludos!



PD: os dejo el video promocional del 2016.

1 comentari:

Antonio Perea ha dit...

Fenomenal Ferrán! Menuda experiencia a la que seguro vas a extraer todo el jugo. Espero que sea mejor incluso de lo que esperas. Saludos!