I survived to Behòvia 2009

dimarts, 24 de juliol del 2012

14 minutes.

El libro.
 
Una mañana de octubre de 1981 salí corriendo a la hora del recreo para ir al quiosco a comprar El mundo deportivo y ver qué había pasado en el maratón de NY. Y sí, contaban en un rincón del diario que mi idolatrado Alberto Salazar había vuelto a ganar y ¡con récord del mundo!: 2h8’13”, rompiendo la vieja marca de Derek Clayton de 1969 (aunque posteriormente se le anuló por faltar 150 metros al recorrido neoyorquino).

Su debut y 1a victoria en NY.
31 años después, hace unas semanas, zapeando me encontré con la retransmisión de la madre de todos los meetings (se admiten divergencias), el Prefontaine Classic en la track city de Eugene (Oregón) con un Alberto Salazar a pié de pista y cronómetro en mano, estampa clásica donde las haya, animando a Rupp y Farah, pupilos suyos, que tras una última vuelta de 54” rompieron la barrera de los 13’.
Aunque a nivel de comunicación hoy todo sea más fácil, obteniendo casi en tiempo real todo tipo de información de los avatares de Salazar, antes no era así y durante muchos años no supimos nada de él. Así que cuando vi en la feria del corredor de Boston su biografía me abalancé a comprarla (y me arrepentiré de por vida de no haber ido a una conferencia que daba en la biblioteca pública de Boston por estar con un tapering que no sirvió de nada).

NY 1982, con Rodolfo Gómez.
Alberto Salazar nació en La Habana y su padre fue un destacado revolucionario que luchó codo a codo con el Che y Castro. Tras no compartir los devenires iniciales de la revolución se exilió meses después en los EEUU, llegando a colaborar con la CIA en la interrumpida acción de Bahía Cochinos (aunque lo apartaran del frente temiendo que fuera un agente doble). Ser hijo de un furibundo anticastrista, de fuerte carácter, le marcó definitivamente y nos lo entregó a la causa del atletismo ya que era su válvula de escape de un ambiente familiar que podríamos traducir como excesivamente crispado. Curiosamente se asentaron, no en Miami, sino en Massachusetts y ahí encontramos el segundo escalón que le llevaría a lo más alto. Con dieciséis años, los veranos los dedicaba a entrenar y competir en aquellas iniciáticas carreras herederas del primer running boom, el surgido del talento de corredores como Frank Shorter, el mismo Prefontaine y del escritor de la primera biblia del running: Jim Fixx (quien murió en 1984, a los 52 años, de un infarto mientras corría). Pronto fue adoptado por el entorno de Bill Rodgers, unos años mayor y a unos meses de comenzar su propio camino a la gloria con su primera victoria en Boston en 1975 (tercer escalón, siendo espectador de la misma y viendo pasar líder destacado a Bill, su compañero de entrenamientos, decidió ser algún día el mejor maratoniano del mundo). Su dureza y su  talento le permitieron integrarse deportivamente en su nuevo grupo y del entrenamiento estructurado surgió el mejor atleta júnior del mundo lo que le dio el pase a la Universidad de Oregón, meca de todos los runneres. A diferencia de otros atletas que priorizaban sus estudios, Alberto Salazar siempre optó por el correr. Lo demás era secundario (aunque finalizó sus estudios de márqueting). Maratoniano y en Oregón, su destino natural era firmar con Nike, como así fue, comenzando una relación de amistad con su fundador Phil Knight.

Lopes, Bekele, Salazar, De Castella y Taca!
Cada vez exigía más a su cuerpo, llegando a triplicar en los veranos y con un volumen en sus mejores años de maratoniano que superaba los 300 quilómetros semanales. Tal esfuerzo dañó su sistema inmunitario y pasado el trienio glorioso de 1980-83 ya nunca se recuperó de sus múltiples lesiones. Cuenta en el libro múltiples ejemplos de sus excesos, os dejo uno sustancial. Tras haber ganado dos maratones de NY en 1980-81, quería en las Olimpiadas de LA emular a Zatopek ganando los 10.000 y la maratón (el 5000, con Aouita, hubiera sido imposible). Dos años antes, en 1982, simuló la proeza a dos semanas del maratón de Boston, corriendo un 10.000. Los detalles son brutales: convence a Henry Rono para que le ayude a exigirse más; le recoge en el aeropuerto y se lo encuentra borracho. Aun así, al día siguiente corre en 27’29” el keniata y en un segundo más Salazar. Dos semanas después, y series de 200m mediante, se pega la mítica paliza –en realidad, también acabó en el hospital muchas otras veces, siempre lo daba todo- en Boston retratada en la novela Duel in the sun. Ya no volvió a ser el mismo.
Retirado del running profesional, su primer trabajo en Nike fue en los JJOO de Barcelona donde ejerció como acompañante del cuatrocentista de Waco (Texas), Michael Johnson. Cordero, Salamanca, ¿recordáis?

LA, 1984. JJOO.

En 1994, con 35 años y tras un polémico tratamiento con Prozac, resurge y tras prepararla durante unos meses, gana la ultramaraton (90k) de Comrades en Sudáfrica. Otro momento crucial de su biografía, que ahora que repaso debo sintetizar, es la debacle sufrida por el maratón norteamericano de cara a los JJOO de Sidney, donde solo tuvieron un representante masculino y otro femenino, ambos con mínima B. Comienza a gestarse en su mente el Nike Oregon Project.




Rupp, Salazar y Farah.
 
En 1980 viajó a Kenia y lo que observó se le asemejó a una revelación. Viendo qué significaba correr para los atletas africanos (la posibilidad de salir de una vida mísera), cuál era su mochila al llegar a la adolescencia (miles de quilómetros recorridos), la altitud y la dureza, la entrega y el sacrificio con el que entrenaban sería muy difícil para un atleta estadounidense (de cualquiera perteneciente al primer mundo, vaya) poder ganarles sino disponía de todas las ayudas, éticas, posibles. Y con este objetivo nació, con el apoyo íntimo del fundador de Nike, el NOP. Con su experiencia personal (sobre todo para evitar que al entrenar traspasaran los límites como él) y todas las ventajas competitivas que la técnica y la física pudiera darles. Se labró una fama, sobre la cual ironiza, de ser un Dr Frankestein; trabajó con Dan Browne (ganador de 2 San Silvestres en BCN), Alan Webb, y Kara Goucher entre muchos otros y en el 2001, el profesor de EF de una escuela de Portland le comentó que uno de sus futbolistas hacía series y series de 200m en 30” con una facilidad pasmosa…era Galen Rupp, próxima medalla en los JJOO, creo que en 10.000 junto a su compañero de entrenamientos, Mo Farah. Quizás Bekele pille el bronce.

Coach Salazar.

El 30 de junio del 2007, mientras andaba con Rupp, se desplomó tras sufrir un ataque al corazón. Estuvo muerto clínicamente 14’, otro récord del mundo. Pero tuvo la suerte de estar a 200 metros de dos de los mejores especialistas en reanimación cardiopulmonar de Oregón, uno de ellos con un desgraciado máster en Irak. Ello minimizó sus secuelas al mantener el cerebro irrigado. Influenciado, yo, por las lecturas sobre Ryan Hall, pensaba que Salazar atribuiría su recuperación a un milagro pero no lo hace, se remite a la ciencia.

Libro ameno y con el que he disfrutado mucho, llegando al mágico nivel de tener ganas de llegar a casa para sentarme y leer. Os dejo con el vídeo de su no-récord en 1981 en NY. Fijaros el hombre de la gorra que se desgañita detrás. Es Fred Lebow. Todos en pie.

¡Saludos!

PD: la foto en la que sale nuestro ilustre Taca (5º al final), Antonio Prieto, es del mundial de Gateshead 1983. La ví por TVE, qué tiempos aquellos.

6 comentaris:

Franfri Aguilera ha dit...

Impresionante post. Si los astros se alían, si la suerte me acompaña y se tocan las teclas adecuadas ... quí lo sa, tal vez algún día tenga un regalo para Ud. Sr. Ferrán.

Un abrazo. Gracias por el post

El Velofondo ha dit...

Magnífica entrada. Muy interesante.
Mi pregunta es ¿Qué pasó con Alan Webb? Lo bueno que era y se ha venido abajo.
Difiero en que Galen Rupp vaya a subir al podium. Creo que el podium estará entre kenianos y etíopes y Farah entre medias. Posiblemente Bekele tampoco suba.

Ferran ha dit...

A ver Sr Franfri que me tiene usted en ascuas...vendrá de Oregon la entrevista? De Arizona?

Gulez, Webb es un poco nuestro Yousef El Nasri, mucho talento para una cabeza no del todo bien amueblada...con Salazar rompió tras no haberle hecho caso a sus consejos, ir a competir y volver lesionado, fue tras su magnífica temporada en la que batió el récord USA de la milla. Este año se clasificó para los Trials pero llegó justo de forma tras haber estado lesionado y pillar un poco bastante de sobrepeso.

¡Saludos!

C.A.Francoli ha dit...

Gran entrada Ferran, hacen mis tediosas noches más llevaderas. Sobre Alan Webb y su caida...http://www.foroatletismo.com/actualidad/ashton-eaton-y-alan-webb-cara-y-cruz-del-atletismo/. Peio

Ferran ha dit...

Gracias Peio! Ahora me voy a leer qué pasa con Alan...que no me se centra...y a ver si ahora que tienes vacaciones rodamos algo si estás por aquí.

C.A.Francoli ha dit...

A mi vuelta te aviso Ferran. Me largo de vacaciones y a un festival de música, Sonorama, a Aranda de Duero tierradevinoycordero. Vamos, a coger fuerzas básicamente.....