22 años y una maratón de Boston a la saca |
Soy un fan en diferido de Amby Burfoot. A través de
diversas lecturas me he ido haciendo una idea de cómo es y mi admiración aumenta porque básicamente ha sido (y es) un ser humano con las ideas claras desde
bien joven a la par que eficiente, como se puede deducir de las memorias de
Bill Rodgers, quien compartió habitación con él en la Universidad y de quien se
declara discípulo.
En 1968 Amby dio la campanada ganando la maratón de Boston
con 22 años. Bajo la tutela de un histórico de la maratón, John J.Kelley,
entrenó más que nuestro Fabián Roncero, con semanas de 320 kms en su lucha
incesante por conseguir el éxito soñado. Posteriormente se convirtió en editor
de un panfleto para frikies que con los años ha devenido en una franquicia
mundial: Runner’s World.
¡Cuánta buena literatura atlética! |
En la última de sus obras, First
ladies of running, recoge y deja para el futuro de la humanidad la
historia de unas valientes que lucharon contra casi todos por poder correr en general,
largas distancias en particular (recordemos que la distancia máxima que se les
permitía correr en los sesenta eran…800 metros). Mujeres que no tenían un techo
de cristal sino un bunker de hormigón armado sobre sus cabezas y que con su
tenacidad han hecho del mundo un lugar mejor para correr. Para ellas y para
nosotros.
A lo largo del libro sigue la biografía atlética de 22
mujeres que fracturaron lo establecido persiguiendo la vida que querían vivir. Magníficas
historias que mantienen ciertos nexos en común, generalizando:
Corrían porque amaban el simple hecho de correr. No como
una forma de protesta.
Contaban con el apoyo de sus padres y madres quienes les
transmitieron una fuerte ética de trabajo. Otras, en cambio, corrían para
escapar de entornos familiares muy tóxicos.
El correr las transformó. No solo en términos de fuerza
sino de resistencia física y emocional.
Un elevado número de ellas tuvieron brillantes carreras académicas y civiles. O
nacieron líderes o aprendieron a serlo a través de su complicada vida atlética.
Los obstáculos, las barreras, los palos en la rueda vinieron
siempre de las federaciones, de los organizadores, de todos los burócratas del
deporte en general. En sus compañeros atletas solo encontraron respaldo y
apoyo.
Portada de RW dedicada a Oprah |
Cierta excepción a todas estas atletas fue la multifamosa
presentadora norteamericana Oprah Winfrey quien en 1994, al cumplir 40 años,
decidió correr un maratón. Su gesto conmovió a su país y generó otro running boom, quizás responsable que hoy
corran más mujeres que hombres en los USA.
Una buena lectura que deviene en potencial libro de
consulta en el futuro.
¡Saludos!
Que no quepa la menor duda |
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