Universidad o muerte. |
Uno de mis blogs favoritos (ahora que
steeplechasing ya no está entre nosotros y el otro escribe poco: ¡os echamos de
menos chicos!) es Japan Running News donde he descubierto, además del fenómeno
de Kawauchi, el trasfondo de las carreras Ekiden, que van mucho más allá de una
carrera de relevos por asfalto de etapas y distancias variables.
Si tiráramos de tópicos, podríamos
decir que un país que retransmite la floración de los cerezos debería ser
incompatible con la pena de muerte. Y no lo es. Pero al mismo tiempo, y quién
no tiene sus contradicciones, sí es portador de una serie de valores que siguen
siendo envidiables y que se reflejan en dichas competiciones y que admiro tanto
como puedo querer el sentimiento del pueblo finlandés por la educación pública.
Un poner.
El primer Ekiden se celebró en 1917,
508 kms entre Kyoto y Tokio y fue una idea de Yomiuri Shimbun quien habiéndose
retirado del maratón de los JJOO de Estocolmo en 1912 quería subir el nivel del
fondo nipón. Hoy en día, en la sesión Ekiden de otoño-invierno, compiten miles de
escolares, atletas profesionales (representando a grandes corporaciones) y,
sobre todo, universitarios, quienes compiten por la mayor gloria de su
universidad. Estos últimos, alcanzan su cénit de la temporada con el Hakone
Ekiden, prueba de dos días retransmitida íntegramente por TV (audiencia: ¡40
millones!) más otro millón largo de espectadores in situ. En esta prueba,
mítica, las 10 primeras universidades clasificadas se ganan automáticamente su
presencia en la edición siguiente y las 10 restantes (trece en el 2014 por
celebrarse la edición 90) deben conseguirla en la Izumo Ekiden (se corrió el
pasado lunes en el Showa Kinen Park de Tokyo), en la que es, a pesar de su
nombre, una carrera de 20 kms sin relevos. El nivel fue altísimo, en la línea
de los pasados campeonatos universitarios japoneses de media maratón donde más
de 200 corredores bajaron de los 66’. Y los 13 primeros equipos (puntúan los 10
primeros atletas de cada universidad de un máximo de 12) alcanzaron la gloria.
Pero, ¿qué significa en Japón ser miembro de un equipo que compite en Ekiden?
Tasuki blanco :( |
Empezaré por describir qué representa
el tasuki, la banda que sirve de testigo en cada relevo y que alcanza una
suerte de carácter animista, espiritual, pues en ella se asientan el sudor, los
años de esfuerzo, el dolor, el sacrificio de todos aquellos que antes la
representaron en una conexión directa con quien ahora la representa con su
propio esfuerzo e historia, quien debe honrarla de la única forma posible:
entregando lo mejor de uno mismo. Si un japonés alcanza el sueño sólo reservado
a los héroes, modernos samuráis, de correr el Hakone, la gran final, el tasuki
asciende a la categoría de reliquia sagrada bendecida por los Dioses del
asfalto. De ahí que la colectividad sea mucho más importante que un resultado
individual, en el que, por otra parte, no hay margen de error posible pues
condenará a todo su equipo. A través del tasuki se están defendiendo valores
inherentes al espíritu y cultura japoneses, como la perseverancia individual,
la identidad grupal y, por encima de todo ello, la fidelidad a tu universidad.
De ahí el deshonor que significa recibir
un tasuki blanco. Por razones de eficiencia televisiva y de logística todos los
atletas de un determinado segmento deben salir en un máximo de tiempo previsto,
por ejemplo 10’. Si un atleta llega con más retraso (pongamos 12’) no podrá entregar
su tasuki, pues su compañero ya habrá salido, con un tasuki blanco, aunque los
2’ también se añadirán al cómputo global del equipo. Después de una retirada lo
peor que le puede pasar a un equipo es que su tasuki no llegue a la meta, de
ahí las luchas épicas adicionales por evitar el deshonor antes mencionado. Cada
año, cuando ello sucede y en ocasiones por segundos, las imágenes del atleta
llorando rompen el corazón de los aficionados japoneses. Solo cabe la
redención.
Sammy |
Dada la relevancia del Hakone Ekiden,
uno de los grandes eventos deportivos de año en Japón, las universidades captan
a los mejores entrenadores y atletas, disponiendo de muchos más medios que las
grandes corporaciones. Y la común presencia de atletas keniatas y etíopes,
recordemos a Sammy Wanjiru Q.E.P.D., se ve limitada a un miembro por equipo
para evitar una guerra de galácticos. Y corren todos ellos el mismo segmento,
usualmente el más corto para reducir el peso de los equipos más ricos.
Florentino-San lo tendría muy mal aquí. A la contra, los críticos asocian el
bajo nivel del maratón masculino japonés, que ya quisiéramos, a que la presión
e intensidad de los Ekiden acorta su vida atlética.
Entrega del relevo |
Los entrenadores lideran un papel
crucial en este hermoso juego de estrategia pues deben ordenar a sus atletas combinando
sus cualidades, las de sus rivales y el perfil de cada relevo a correr. En
consecuencia, adivinar y analizar la estrategia adoptada por cada equipo genera
más audiencia, afición y emoción.
El Hakone Ekiden se celebra a lo largo
de dos días, el 2 y el 3 de enero y constan, ambos, de cinco etapas de entre
los 18 y los 24 kms. Sumando 108 kms el primer día y 110 el segundo. En este,
la salida de los equipos es escalonada según la clasificación del primer día,
aunque con un límite de 10’. Si un equipo llegó el primer día a 11’ de los
líderes y otro a 13’45”, saldrán juntos el segundo día a los 10’ aunque sus
diferencias reales sí se mantengan en la clasificación.
Os dejo con las imágenes de la década,
cuando 4 atletas competían por las 3 últimas plazas que garantizaban la
presencia en la edición siguiente y un corredor tomó un camino equivocado.
¡Saludos!
4 comentaris:
¡Gran e interesante post!
Gracias Ana, me lo he pasado bien haciéndolo. Estos japos siempre sorprendentes!
Sí Ferran,
Una pasada la pasión de los japoneses (con respeto) por la larga distancia!
Cuando montará tu amigo Juanan un Ekiden en Tarragona?
Dennis, leyéndote entiendo porque no corro carreras de montaña XD! Qué sufrimiento!
Por cierto, con respecto a Ekiden y teniendo en cuenta su definición amplia: http://www.urv.cat/cursasolidaria/
Abrazos!
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