I survived to Behòvia 2009

dimecres, 19 d’abril del 2017

Falto de ritmo, falto de entrenamiento…específico.

Esta vez tocó hierba y grava


El oso grizzly se sitúa en una inmejorable posición para, aprovechando el último viaje de los salmones salvajes, atrapar cuantos más mejor y llenar su cuerpo de grasa antes de la hibernación. La escena, vista mil veces en la 2, continúa con la llegada de otro macho, más alfa, que le echa del sitio de pesca para quedarse él.
Nunca pensé que viviría esta escena en primera persona pero fue así, en Elda, cuando dos machos alfa, M45, me rodearon hincándome los codos con la justa presión para desplazarme hacia atrás perdiendo el privilegiado puesto de salida. Se quedaron los mejores salmones.

Era en el campeonato de España de cross de veteranos al que me presenté con la simple idea de intentar subir al pódium por el hecho de ser de los más jóvenes. Error obvio.

No lo prueben en sus casas


El cross es una de las disciplinas clave del fondo. Te da fuerza, ritmo, te sube la moral porqué es muy divertido y nunca sabes qué te vas a encontrar, si una alfombra iraní de césped o un campo embarrado como con los que soñabas cuando eras un niño chico. Pero hay que prepararlo y correr unos cuantos para coger el ritmo de competición. No perdona.

El escenario en Elda era bestial. Más de 150 corredores de las categorías M45, M50 y M55 en una salida con el ancho de un campo de fútbol que tras 150 metros degeneraba en un embudo con bajada y giro de 90 grados a la izquierda. Para matarse. Suena el disparo y la locura es imparable. Consigo no caerme en la primera curva y enlazamos un quilómetro y medio de grava seguido de un zigzagueo en un bosque y vuelta al estadio tras una fuerte pendiente. 3 vueltas para 6 kms. Adelanto a alguno y alguno me adelanta a mí. Creo que voy mejor de lo que realmente iba y no hay tácticas posibles más allá de ir a tope hasta morir en meta, detalle este que casi alcanzo. Al final 29 de la carrera y 8 de mi categoría. Ni entreno ni compito para estas aventuras pero ha valido la pena la diversión.

Ekiden primavero-invernal


Mi objetivo este año vuelve a ser Comrades y con cierta ambición así que a las órdenes de Luís del Águila llevo varias semanas de calidad voluminosa y tiradas de 30/35 kms. Semana sí, semana también. Y con 35 kms en las piernas del día anterior me presenté para dar el primer relevo del equipo kalenjin en el Ekiden de Reus. En una mañana fría y ventosa como solo un mal inicio de abril puede ofrecer defendí mi dignidad como pude a 3’34”. Disfruté de la camaradería matinal en otra carrera para la que no estaba preparado volviendo a divertirme.

Centenares de kms focalizando en Comrades


Ya no volveré a competir hasta el 4 de junio entre Durban y Pietermaritzburg, donde 85 kms de asfalto cuesta arriba me esperan. Quedan 4 o 5 semanas más de preparación física, logística y mental antes de iniciar el tapering en la altitud de Etiopía. Estoy emocionado.

¡Saludos!