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Concentraçao. |
Desde que tengo uso de razón me gusta correr. Me recuerdo cronometrándome (con un Casio negro de los que ahora han vuelto), tarde tras tarde, yendo a buscar a mi padre a su tertulia político-social envuelta de dominó. Tendría 8 años y me anotaba mis tiempos y mis progresos en una microscópica libreta de anillas. La suerte quiso que mi abuela conociera a un entrenador de atletismo (en los setenta eso era más que un milagro) y de ahí hasta aquí.
A lo largo de estas décadas he atravesado todo tipo de estados anímicos con relación al atletismo, que no al deporte: saturación, aburrimiento, tarambanismo, obsesión, descubrimiento…no más de todo lo que nos ofrece una vida medianamente aprovechada cuando comienza a alcanzar cierta longevidad. Cuando algunos me preguntan cómo puedo tener tantas ganas de entrenar y competir a los 45 años (y unos días), mi respuesta es muy fácil. 6 años lesionado deseando volver a correr 4/5 veces por semana 45’ (mi unidad de medida de la felicidad) hace que sienta cada día como un privilegio. Como si me hubieran secuestrado y al volver cayera en los tópicos del simple placer de un café, una terraza y un beso pero sin secuestro y corriendo.
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Fluido hacia la meta. |
Y ahora, que estoy entrenando más que nunca (y mejor) lo que más me sorprende, gratamente, es descubrir de qué es capaz mi cuerpo. Casi sin quererlo he entrenado dos meses seguidos sin parar, haciendo calidad 2/3 veces por semana, pasando de los 100 quilómetros y con días muy especiales. Des de los de sin cadena, en los que casi sientes que tienes el récord mundial en tus piernas, a días de completo agotamiento…que desaparece extrañamente tras unas series muy duras, quizás por la adrenalina. Finalmente, esta semana, sí que he sobrepasado mi límite. Por trabajo he dormido muy poco, unas 5 horas diarias de media, y llegado el viernes, con un simple rodaje regenerativo, me explotó el agotamiento: constantes calambres en el bíceps femoral, leve mareo y decisión acertada, descanso el sábado. Y a pesar de todo pensaba que no llegaría recuperado a la media de Cambrils (un consejo: apuntárosla, 2.000 plazas que se agotan rápido; para los de clima continental será una buena forma de celebrar la primavera) en buenas condiciones. Pero he descubierto una nueva faceta de mi cuerpo: el sueño reparador. Con 10 horas y media de viernes a sábado y 7 y media de sábado a domingo me presenté en la salida con alguna duda (aunque al empezar a calentar noté que tenía piernas) y un plan de ataque: salir con la liebre de 35’ (eran dos vueltas) y ya veríamos. Y salió como si lo hubiera trazado con tiralíneas.
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Nadie dijo que sería fácil. |
Los primeros 5k en 17’31”, con viento a favor, pegado a la liebre (el gran Raúl Gómez) cantándole los parciales. Los segundos, con viento de cara, me pegué a su amplia espalda y me cubrió pasando ambos (nos quedamos solos) en 35’6”. A partir de ahí comenzaba la 2ª vuelta, volvía el viento a favor y le dije a la liebre (que había decidido continuar) que tiraría yo. Conseguí un promedio de 3’27” para llegar al 15, ya sólo, en 52’20”. Quedaba ponerse en modo mirada a 1,5 mts y luchar contra el viento, no huracanado pero sí pestosillo, hasta cruzar la meta, con gran alegría por mi parte en 1h14’8” y 8ª posición.
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Llamadme moña, pero no hay nada como la solidaridad atlética |
Una de las asignaturas que doy este año es Teoría financiera (en instituto, nada de la Harvard Business School) y llevo todo el curso explicando que ya nada es lo que era y encadenando malas noticias. Y me he cansado, así que me he propuse cerrar la semana explicando a mis alumnos alguna historia positiva. Esta semana tocan los sabáticos, un grupo de 3 jóvenes con mucho talento que dan la vuelta al mundo y se filman haciendo sketches francamente majos en una serie que han denominado Españoleando. Tan buenos son que El intermedio del Wyoming les ha fichado para que les manden un video semanal.
Mis entrenamientos de la semana han sido:
Lunes, 12,2k regenerativos.
Martes, 13,7k con cuestas (incluidos 10 Mortirolos)
Miércoles, 10x800 rec.50” a 1’18”/9” el 400.
Jueves, 15k regenerativos.
Viernes, 13,3k. Acorto el entreno ante las alarmas que me manda mi cuerpo.
Sábado, Descanso!!!!!!!!!!!!!
Domingo, Mitja de Cambrils. 1h14’8”, 8º lugar. Para un total de 96,8k.
¡Saludos!