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Retrato kitsch de Renato |
Después de tantos años con métodos de
preparación similares, basados en las teorías de Lydiard (un primer periodo,
largo, con mucha base aeróbica y afinación posterior mediante series cortas y
rápidas -a grandes rasgos, aunque prometo acabarme el libro que preside la
estantería de mi blog y explicarlo mejor-), la revolución sufrida por la
maratón con la irrupción del profesionalismo en los ochenta, la globalización y
las evidentes mejoras de las mejores marcas mundiales a lo largo de los últimos
15 años, la ha posicionado en la cumbre del running, del show-business
atlético, afectando también a los métodos de entrenamiento en una lucha sin
frente por ser los mejores. Y ahora mismo uno de los mejores entrenadores es (a
falta del futuro maratoniano de los pupilos de Alberto Salazar), sin duda
alguna, Renato Canova, cuya larga trayectoria como entrenador –fue incluso
responsable de Pietro Mennea- brilla actualmente en Kenia a través de sus discípulos
más destacados como son Moses Mosop (mejor debutante con 2h3’6”), Abel Kirui
(2h5’ además de dos mundiales: Daegu y Berlín más la plata de Londres) y
Florence Kiplagat (1h6’ en media, 2h20’ en maratón) entre una larga lista de
cracks, que para sobresalir en Kenia…¡hay que correr mucho!
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Con Abel Kirui |
Aprovecho pues otro magnífico artículo
de la imprescindible Running Times para contaros (y contarme) algunos de los
aspectos clave de su método, basado en volúmenes elevados a ritmos de
competición. Canova no reniega de la importancia de una buena base aeróbica
pero la relega a lo que es, la base sobre la cual construir/realizar los
entrenamientos específicos. Crítica de los entrenamientos clásicos que los tempo runs (ritmos controlados) son
demasiado cortos y las tiradas largas demasiado lentas.
La primera de las claves está pues en
el volumen, no solo en su cantidad sino en su calidad. Sigue siendo necesario
un kilometraje elevado pero este debe realizarse más rápido para conseguir
acercarnos al objetivo por kilómetro que tenemos previsto en nuestro maratón
(3’45”, en mi caso). Por lo tanto, su regla de oro es bien sencilla: para
maximizar nuestro potencial como maratonianos debemos extender progresivamente
la distancia en la cual somos capaces de correr a nuestro ritmo objetivo (la
idea ya no es la clásica de marcarnos un ritmo, llegar al 30 y pico y
sobrevivir sino correr con fuerza todo el maratón en su integridad). Y esta
regla se basa en los siguientes principios del entrenamiento:
El ritmo es más importante que la
distancia. Mientras los africanos piensan en el ritmo (aunque ello les cueste no acabar
el entrenamiento), los occidentales
lo hacen en la distancia.
Entrenamientos intensos requieren de
mucha más recuperación. Y aunque este sea
un principio difícil de aceptar de acuerdo con nuestros esquemas más clásicos
la mentalidad debe ser otra. Si has sido capaz de realizar un entrenamiento
extenuante, que necesitará de mucha más recuperación, ésta no es sino lo que
necesitas. No solo no es negativa sino todo lo contrario.
Los ritmos cercanos al objetivo son
más importantes que la duración de nuestra tirada larga.
En mi caso, será mucho más eficiente correr 60’ a 3’50/55” que 120’ a 4’15”. Y
a partir de ahí debo conseguir correr más minutos al ritmo objetivo.
A medida que el maratón se acerca, los
entrenamientos deberán ser menos rápidos.
Y más centrados en el ritmo objetivo.
Y aunque separadamente ninguno de
estos aspectos sea revolucionario, en conjunto sí lo son y sus múltiples éxitos
desde los ochenta en Italia (Ornella Ferrara, Maria Curatolo y Maura Viceconte
además de los oros de Bordin y Baldini en manos de un discípulo suyo) hasta los
resultados de sus atletas africanos desde finales de los noventa (en el mundial
de media del 2010 ganaron dos atletas suyos en un margen de 22’: Florence y
Wilson Kiprop) así lo confirman.
La adaptación a su método de
entrenamiento no será nunca automática, lógicamente, sino progresiva. Cuando
seáis capaces de correr cómodamente vuestro tiempo previsto para el maratón (2h40’
en mi caso, obviamente no a ritmo de 3’45” pero tampoco a 4’30”) tenemos
permiso para entrar en el periodo específico.
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Vicent, el menda y Robert en La Cala |
Personalmente, a pesar de estar en una
fase de mucho leer y poco escribir, he seguido entrenando en la que ya es para
mí la nueva temporada 2012-13. Pendiente aún de auditar mis cifras finales
(récord de kilómetros, seguro, que espero volver a batir de nuevo este año) de
la anterior, mis objetivos para esta ya están fijados. Por orden cronológico:
intentar ganar las 10k Running Series de les Terres de l’Ebre, bajar de 2h40’ en la
maratón de Tarragona en enero, participar en el europeo de pista cubierta en
Donostia y subir al podio de mi grupo de edad en alguno de los Campeonatos de
España. Y mientras pasármelo muy bien, algo en lo que solo debo mantenerme.
Estoy ahí.
En mi novena semana de entrenamiento, con
los deberes de gimnasio hechos con mis visitas semanales constantes, con un
promedio de 80k el primer mes y de 87k las siguientes 4 semanas, mucho trabajo
de cuestas, cortas y largas, y algo de series de 1k con recuperaciones máximas de
60” más los Boston simulators y con mi cuerpo respondiendo cada vez mejor a los
esfuerzos exigidos. Y una competición realizada de 10k, el primer domingo de
septiembre en un bonito circuito rompepiernas en L’Ametlla de mar y con viento
pestoso, en el que sorprendentemente bajé de 35’ quedando 4º overall. Este domingo que viene más.
¡Saludos!