Tuvimos un desencuentro, pero fue sin querer. |
Ayer fue un día de aquellos que compensan toda una temporada de entrenamientos. Eso, si es que hay algo que compensar puesto que en mi caso, salir a correr cada día, ya es en sí mismo una recompensa que he escogido libremente. Si además consigo competir con salud y pasármelo bien, mejor que mejor, honey over ojuels que diría aquel que nos presidió una vez con su bilingüe nivel de inglés. Georgetown level. El atletismo me mostró su lado más amable, el que no suele aparecer en demasiadas ocasiones.
Finalizó en Jesús, entidad municipal descentralizada de Tortosa, la ronda de 7 carreras de 10k por asfalto con las que este año 2011 nos ha bendecido. Y es que poder competir tantas veces tan cerca de casa no tiene precio. Y lo mejor está por venir. Aquí os dejo el calendario2012.
Tras dos semanas un poco extrañas por el susto femoral de la carrera en Tortosa, no andaba fino ni física ni anímicamente. Me faltaba la chispa necesaria para poder ejecutarme unos entrenamientos como Dios manda, que diría el sucesor de TableitorMan. En los primeros días porqué físicamente no me encontraba bien del todo y posteriormente el cansancio laboral –cómo me acuerdo de ti, tita Espe, por tus delicadas y nada cínicas palabras de este verano; soy profesor y me salen, que lo cuento, semanas de 45/50 horas de dedicación sin contar las 7h diarias de tránsito- más la invasión de microbios y otros bichos que habitan en las profundidades de mi alumnado y que se lanzaron en pos de mis anticuerpos. Bichos estos que por otra parte cumplen con su labor social: ayudar al cuerpo a depurarse y así rendir más a posteriori.
Así que no fue hasta el sábado que conseguí introducir un poco de calidad en mi entreno con unos 6k progresivos en compañía de mis compis de club. A pesar de todo conseguí enganchar 80k.
![]() | |
Lo mejor de lo mejor: el post-match |
La semana siguiente sí mejoré algo con unas buenas cuestas, esta vez sin obreros, más un ritmo controlado que me dejó muy satisfecho a pesar de hacerlo por encima de lo previsto (es lo que tiene ser flexible de mente: estaba tan agotado que solo acabarlo ya fue un éxito). Y tras unas necesarias lluvias que no me impidieron entrenar pero sí afinar, llegué sin descansar ni un día a la carrera. El listado de inscritos era de nivel: el líder de las series Xavi Royo –felicitats de tot cor company, t’ho has merescut i guanyat; un plaer-, el ganador de un IM Xavi Queral, Robert Tarragó –el hombre que vino del frío-, Sergi Bel (de 47’ a 34’ en 10 meses, no hace falta decir nada más), David Francomé –nuestro hombre en Andorra-, el hermano de Ahmed, el ganador de hace dos semanas-, Llorenç Sales (1’48” en 800, juega la Champions) y la gran esperanza del fondo ebrenc, Gerard Monteverde. Y un par de ausencias memorables. Ello hizo que se instalará en mi la idea de que no iba a ser mi carrera…había gastado demasiados cartuchos en la anterior, la del susto.
En un circuito urbano fantástico para el público (felicidades por el diseño, solo falta que poco a poco vaya cuajando la afición por disfrutar de la visión de este deporte, y si no, por ver las mejores piernas a la redonda XD!) de 2v de 5k, se dio el disparo de salida a las 10h30’. Y por primera vez en tiempo no salí a lo front-runner sino que me mantuve en un 2º grupo. Eso me salvó porqué pasaron los 5k en 16’2”…solo sé que pasé en cuarta posición alejado de los primeros. Pero pagaron el elevado ritmo y casi sin querer me encontré en 2ª posición tirando de Llorenç a falta de 4k. Sabía que iba rápido porqué notaba mi cuerpo al límite pero aun (sin acento según últimos dictámenes de la RAE) era capaz de regularme y notaba que me quedaba algún cambió por ahí, en algún rincón láctico. Y así fue, conocedor del repecho que había a falta de 1,5k (el cementerio, ¿era una metáfora?) cambié de ritmo y disfruté viendo como me acercaba al final de la agonía –que duras son las carreras de 10k- entrando en meta y con el posterior subidón al ver en mi Garmin 33’38”. Sabía que lo tenía en las piernas pero no cuando saldría…semana completa de 90k, semana Comansi.
Tras recoger uno de los mejores premios del mundo (aceite de oliva delicatesen de mi comarca) disfruté como nunca intercambiando impresiones con mis compañeros del asfalto.
Se acaban 3 meses extraños de preparación en los que he aumentado el volumen con respecto al pasado, por los que solo he hecho mucho trabajo de fuerza (cuestas y rodajes o ritmos controlados en terreno variante) y en los que he perdido demasiado peso. Así que mañana inauguro dos meses con dos objetivos: comer cinco veces al día e intentar recuperar dos kg e ir dos o tres veces al gimnasio por semana. De modo que en enero pueda comenzar con más ambición que nunca la preparación para Boston. Por el camino haré cross, un par de medias (Tarragona, of course) y alguna San Silvestre más esa fiesta del deporte que es la Behovia donde espero conocer personalmente a un par de mi larga lista de ídolos/referentes como son Don Luís del Águila y Don Asier Cuevas.
Un abrazo amig@s!
PD: los que vivimos los ochenta con uso de razón, aunque la perdiéramos temporalmente alguna noche, recordamos los logos anti-nucleares, esos soles sonrientes. Y nos acordamos de Aviador-Dro y sus obreros especializados liderados por el gran crack Servando Caballar…de ahí que tras recuperar la banda sonora, parcial, del documental Frenesí, hoy os dejo este alegato por un futuro post-industrial y divertido.