Amen |
El viento luchando contra la gravedad |
Musgo de sobras para unos cuantos belenes... |
Tantos millones de años para acabar yéndose |
Tras haber sufrido este blog, por mis ausencias, las consecuencias de mi procrastinación (hoy ya soy un bloguero de verdad, ¡por fin he utilizado el verbo procrastinar!) de mis últimos estudios (últimos porqué tardaré un tiempo en volver a hincar los codos, me merezco un descanso XD!) retomo la escritura de los posts perdidos.
Y a pesar de acumular unas cuantas ideas sobre qué postear, voy a ir a lo fácil, a las cifras, ver qué he hecho esta temporada ya pasada para mí, qué prometí que haría y qué soy capaz de proyectar para el futuro más inmediato.
Leyendo lo escrito el año pasado creo que Moody’s –tus muertos!- me pondría, sino una triple A casi, puesto que he cumplido bastantes de mis objetivos. He sido constante y me he machacado. He hecho incursiones, gloriosas, en pista y mucho asfalto (encadenando hasta 9 fines de semana compitiendo), he disfrutado como nunca (sufriendo lo que no está en escrito) en Boston y he alcanzado alguna marca que creía que no volvería a ver. Y no he hecho Pilates pero Madona me perdonará y si no, que le den que por cierto, está fatal.
En cifras he pasado de 3.020 quilómetros a 3.529, un aumento de 500 que deberé repetir este año para llegar a unos 4.000 que es el objetivo a alcanzar. Sólo me veo capaz de ello renunciando a los descansos y sustituirlos por rodajes suaves pero que suman.
Con los imperdibles sí que he entrado en una nueva dimensión para gran alegría de sus fabricantes, que igual son chinos (a sus pies)…he pasado de disputar 12 carreras a 24, incluyendo dos maratones (2h47’ MCD; 2h57’ Boston), medias, montaña suave, 10ks y 3 cinco miles en pista, pasando hasta por una maratón de relevos.
Según convenio tranquilos, os quedan 3 meses de vacaciones |
A nivel de marcas muy satisfecho con los 5.000 en pista (16’9”), casi también con los 10k en asfalto (34’1”) y algo menos con la media (2 en 1h16’33”) y una gran lección aprendida con la anemia sufrida. Grandes entrenos de calidad, volviendo, no solo al tartán sino a las series de 400 metros, esas grandes desconocidas que Zatopek catapultó al candelabro internacional.
Pero por encima de todo pongo lo mucho que he disfrutado, los incontables grandes momentos vividos junto a mis compañeros del asfalto, de aquel, del otro o de mi club. De los gozos de mis silencios, de mis introspecciones runneras…diría que de mis más de 250 entrenamientos solo un día o dos salí por obligación. Y este sí que es el objetivo: mantenerse en el disfrute.
Madre e hijo...o al revés |
Y esta temporada, ya comenzada con un récord (en agosto he entrenado 29 días para 33 sesiones y con gran remordimiento por uno de los días de descanso: hay que joderse lo psicopatilla que me he vuelto, je, je…) no sé muy bien cómo encararla. Dudo entre repetirla con matices o céntrarme más en lo federado y ahondar en los caminos del cross y la pista (cubierta o no) más algo de asfalto…ya veremos los próximos días aunque tampoco importe mucho porque the journey is the reward!
Saludos!
PD: como terapia anti ego trip, en lugar de fotos corriendo os dejo algunas de Boston e Islandia.